De nuevo se acerca la rutina. Las vacaciones llegan a su fin, y los examenes de septiembre andan muy cerca. Poco he podido salir durante estos días pasados. Los días que lo hize, sude todo lo que quise, pues el calor todavía aprieta.
Aquí os dejo algunas de las fotos sacadas durante estos días:


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También os dejo una foto realizada hace un par de semanas, en mis escapadas a la alta montaña.

Ayer a ultima hora de la tarde me sorprendió un excelente macho de corzo. No iba muy preparado para tirar fotos, sin ajustar el Iso y demás. Perdonad por la calidad, pero solo pensar a la distancia que le tuve, muy cerquita, merece la pena mostrarla.

Durante estos últimos días de Agosto, se andan concentrando multitud de Golondrinas y Aviones. Señal indudable; de que les llega el momento de marchar a tierras lejanas. Nos dejarán, abandonando nuestros cielos, y dando un pequeño toque de tristeza a esos cables de la luz, caserones y porches; donde nos resulta sencillo observar algún ejemplar de Golondrina cantando y animándonos la tarde o mañana.


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Durante el tiempo que estuve observando el comportamiento de estos pájaros. A parte del gran número de individuos que había posado en un pequeño tendedero, rondaría los 60 ejemplares; me llamó la atención dos cosas.
La primera, fue el continuo aseo y cuidado del plumaje por parte de estas aves. No solo con su propio plumaje, sino que en ocasiones otros individuos acicalaban el plumaje de sus congéneres.
- Individuo en su tarea de cuidado de plumaje. Avión común; Delichon urbica.
Lo que me llamó especialmente la atención, fue la posición que tomaban tanto Golondrinas como Aviones respecto al sol. Se posaban, canturreaban un rato; y más tarde se agachaban, girando la cabeza para mirar hacia el sol. Como preguntándole o mirando al Sol, para saber si la hora de emprender su largo viaje había llegado.
La primera, fue el continuo aseo y cuidado del plumaje por parte de estas aves. No solo con su propio plumaje, sino que en ocasiones otros individuos acicalaban el plumaje de sus congéneres.

Lo que me llamó especialmente la atención, fue la posición que tomaban tanto Golondrinas como Aviones respecto al sol. Se posaban, canturreaban un rato; y más tarde se agachaban, girando la cabeza para mirar hacia el sol. Como preguntándole o mirando al Sol, para saber si la hora de emprender su largo viaje había llegado.
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Gracias por vuestra visita