Han sido muchas las experiencias, que vivi este verano. Como de constumbre, el calor aprieta. Las horas centrales del día, se vuelven insoportables, y tan solo queda aprovechar las primeras y últimas horas del día.
Son muy bonitos los amaneceres en mitad del monte. Esa frescura, con las primeras luces del día, mientras esperas a que los corzos salgan al prado, da un encanto especial a los días de verano.

Estos dias he estado liado, con el celo del corzo. Momento especial para esta especie, y que pasa muy desapercibido en mitad de cualquier robledal. Madrugas, madrugas; y el día, en el sitio, menos esperado, hay están. Esta vez fue en un prado, un par de parejas, pastaban a primera hora de la mañana, cuando el sol todavía no tenia fuerza suficiente como para empujarles a sus encames.

Sin duda, comparto el dicho, de "A quien madruga, Dios le ayuda ". Madrugar, se convierte en un modo de vida. Tan solo la fuerza de ver y ver bichos, te echan de la cama, para estar en el monte a primera hora de la mañana. Como comentaba, el dicho tiene razón, pues han sido ya dos días, los que podido disfrutar y fotografiar; dos nuevas especies para mi. Se trata, de la Nutria y la Marta.


De cara a los pajaros, es época de bebederos, época en que tan solo queda esperar y esperar a que tan pequeños bichines sacien su sed en el bebedero colocado para tal fin.
- Alcaudón dorsirrojo; Lanius collurio.
- Herrerillo común; Parus caeruleus.


Un Saludo
Gracias por vuestra visita.