Como comentaba, anteriormente, no tuvimos la fortuna de ver algún lobo. Pero no nos vinimos abajo; y nos dejamos deslumbrar de otros encantos que nos ofrecieron estas tierra zamoranas.
Las esperas, siempre eran amenas. El canto de la curruca rabilarga junto al Acentor, nos hacían pasar mañanas agradables y olvidar el fracaso en nuestro principal objetivo.

En una espera de tantas, se me ocurrió intentar fotografiar el Acentor común. Aparentemente poco huidizo, parecía estar enseñado a las personas. Comenzaba entonces los típicos preparativos para fotografiar a un pájaro sin hide.


Sin duda el acentor, colaboró bastante. En su territorio, parecía estar agusto y nuestra presencia parecía importarle bastante poco. Andaba este, recogiendo pelillos y ramillas, que cogía del suelo; con la finalidad de construir su nido donde días mas tarde sacaría adelante a su prole.
El Sábado decidimos acercarnos a Sanabria. Una zona bonita, donde los lagos glaciares, cobraban especial importancia y las altas montañas parecían enmárcarme en mi adorada Cordillera Cantábrica.

Nos dispusimos para hacer una ruta. La mañana, muy calurosa, transcurría con tranquilidad; hasta que José, canta una rana de San Antonio en mitad del camino. Fue entonces cuando nuestros cuerpos a ras de suelo, no dejaron de admirar la belleza de tan bonito anfibio, a través del visor de nuestras cámaras.

Llegábamos al final de nuestro destino; cuando de repente un canto extraño nos llama la atención. Tras mirar, nos damos cuenta que teníamos al Pechiazul ante nosotros. Totalmente concentrado este, en picotear y sobre todo cantar y cantar encima de los piornos. Fue entonces cuando nos organizamos para intentar fotografiar a tan bonito pájaro.



Pasada, buena parte de la tarde, aparecían sapos y más sapos, entre los arbustos, en busca de agua, seguramente para pasar la noche.

Ya al día siguiente, tras la última espera, y no tener suerte. Decidimos volver por Vilafáfila. Sin duda un zona de humedal muy interesante para cualquier persona amante de las aves.
Pasamos allí la mañana, pudimos admirar, multitud de pajarillos y no tan pajarillos, que andaban por sus lagunas como un día cualquiera. Las tarjetas, no daban más de sí, y sin duda había merecido la pena dar un pequeño rodeo.
Aquí os muestro alguna de las fotos que pude hacer por Villafáfila:



Antes de finalizar, quiero agradecer tanto a Oscar, como José Ángel su estrecha colaboración, para la toma de diversas fotografiar aquí mostradas. Sin ellos muchas de las fotos nos hubieran sido posibles. Desde aquí les doy las Gracias.

Saludos
Muchas Gracias por vuestra visita
Espero que os haya gustado